Muchas veces camino al norte de Bogotá, ( vía carrera 7 )un día vi medio cuerpo fuera de una alcantarilla en postura muy relajada, apoyando sobre el borde de la alcantarilla, como si éste fuera el marco de la puerta de la casa. Fue para mí toda una sorpresa enterarme que de hecho lo era que una persona vivía ahí.
Finalmente un día decidí averiguar lo que en realidad sucedía en este lugar, me llevé una cámara por si algo pasaba. Llegué a la plazoleta de San Diego, ubicada en centro internacional, me paré al lado de la fuente que está en ésta, me pregunte cómo golpear una puerta no existente, así que empecé a zapatear el piso, al hacer esto me percaté que tiene una mecanismo de seguridad muy rudimentario. Los artesanos del frente de la plaza me preguntaron qué hacía yo ahí, que si estaba buscando a Darío, el “man” que vive ahí.
Yo les dije que sí, que si ellos sabían dónde estaba, ellos me dijeron que lo esperara un momento que aún estaba muy temprano para él, que todavía no era hora de levantarse, 11:30 a.m. Minutos después me acerqué a la alcantarilla y nuevamente la golpeé y apareció un sujeto de aspecto lagañoso y desarreglado, dispuesto a atenderme.
Me pidió un momento para organizarse y, por supuesto, limpiar la casa; mientras tanto le expliqué mis intenciones y sin poner ningún reparo accedió a dejarse tomar la primera sesión de fotos. A los pocos días regresé y le hice una par de tomas más, le invité a tomar un café, pero aún no había conseguido el resultado que esperaba.
Y es ese momento aparece mi amiga Paula Estrada. Tanto ella como yo hemos manejado temáticas muy similares en el planteamiento de la “ciudad”, desde una perspectiva un poco sórdida, o no convencional. Tratamos de identificar esos elementos que que de alguna manera son chocantes, que impresionan a primera vista. Lo que quiero decir es que, aunque son totalmente cotidianos y familiares a nosotros, la gente, en general no tiene la intención de ponerse a reflexionar al respecto.
Y qué más útil y recursivo que una cámara fotográfica, para narrar una historia como esta?.
Le comenté a Paula sobre el proyecto en el que me encontraba trabajando y sin pensarlo dos veces fuimos a visitar a “Darío” nuevamente.El muy cordailmente nos invito a pasar a su “penthouse” ubicado en el centro internacional de Bogotá, y Darío bautizo de inmediato a Paula como “la pequeña janis yaplin junior” y nos invito. Debo reconocerlo,fue un excelente anfitrión.
Es una serie documental, parte de mi planteamiento e intención respecto al desarrollo que le he dado a la fotografía, temáticas muy narrativas y documentales a la vez,homo lo fue, mi ultima muestra, titulada “Perro Callejero”. la cual expuse en esta misma galería,El resultado de nuestro proyecto se presenta en esta muestra de 164 fotografía.
Actualmente me dedico a la fotografía, tanto en blanco y negro como a color, en diferentes formatos.
Por medio de la fotografía trato de plasmar diferentes tipos de espacios arquitectónicos con sus ambientes, tanto interiores como exteriores, con sus propios habitantes y sus historias. A lo largo de esta búsqueda quiero expresar de una manera coherente el uso de los espacios por parte de los que los habitan.
Mi trabajo anterior tuvo como objeto construir un nuevo espacio basándome en fotos tomadas de un mismo lugar (casa esquinera de la calle 62 con carrera 5, Bogotá), en distintos momentos, durante el tiempo de su destrucción. A partir de dichas fotos quise proyectar la imagen de un nuevo lugar desde la mirada del espectador, pero teniendo siempre presente la esencia del lugar original.
Con respecto a esta muestra, ya que, cuando llego por primera vez a algún lugar, trato de imaginar quién y cómo ha vivido en él, cómo ha manejado el espacio tanto dimensional como temporal, y cómo ha sido la apropiación de dicho espacio, al pasar por un lugar tan transitado como la carrera 7 con calle 27, lugar en el cual vive una persona, dentro de una alcantarilla, un lugar que es público, subterráneo, y paradójicamente sin servicios “públicos”, reflexiono hasta qué punto es público, dónde comienza a ser íntimo, qué significa un lugar que hasta un punto es íntimo pero al mismo tiempo no lo es, en parte porque está situado en el espacio público y en parte porque está a un nivel inferior al nivel de la vivienda “normal”. Un lugar que para muchos es una simple alcantarilla y para otros representa toda su historia.
En este proceso comprendo que todo lugar, todo espacio, tanto dimensional como temporal tiene una historia propia. Una historia que es importante para cada individuo.